Crónica de Izal

El viernes 23, en la sala Paris15 de Málaga y de la mano de Budweiser Live, Izal tenía una cita con su público de Málaga.
La apertura de puertas era a las 21.00h y yo ya llegaba tarde. Los deberes hechos, las canciones aprendidas y la investigación previa me habían llevado a la concusión de que Izal estaba compuesto por músicos que saben lo que hacen. Solo faltaba la prueba del algodón.

Con la mitad de la sala Club llena, tuvimos que esperar hasta las 22.00h a que empezara la intro del concierto, con un extracto del final de Blade Runner. En el escenario, los instrumentos también contribuían a aumentar la expectación: teclado, bajo, guitarra, guitarra eléctrica, batería, ukelele...
De un salto aparecieron los cinco y sin mediar palabra, empezaron con “A nuestros rincones”, un tema extraído de su primer disco, el que se disponían a presentarnos esa noche. Traían la sonrisa puesta y mucha, mucha energía.

“28 horas” era la siguiente en la lista y la timidez ya la teníamos más que superada. Mikel, el cantante, estaba en su elemento, y Gato, el bajista, estaba pasando el mejor rato de su vida.

A pesar de que no habían completado el aforo, el público estaba entregadísimo. El ambiente era tan distendido que, entre canciones, prácticamente manteníamos una conversación con ellos. En una de estas pausas, Mikel preguntó “¿alguien ha venido desde Suecia?”. Muchos levantaron la mano pero ellos sabían a quien buscaban. Una chica entre el público que curiosamente estaba a mi lado. Como buenos chicos le dedicaron “Eco”, una canción de su EP.

“Desorden” y “Teletransporte”, tampoco podían faltar. La primera contaba entre mis favoritas, y es una de ésas que mejora con el directo. ¡Me la guardo en mis oídos! Siguieron con “El extraño regalo”, que parece ser la broma favorita de Izal con sus fans. Casi nos cuentan qué es, pero finalmente solo la tocaron y nos dejaron con la duda. Tendremos que esperar al siguiente concierto.

Quedaba lo mejor: “Ajam”, “Tu continente” y “Ensayo y Error” se fueron sucediendo, mientras el público las gritaba al pie de la letra. Y por fin llegó “Magia y efectos especiales”, el tema insignia de Izal para este trabajo que nos presentaban. Una canción que empieza despacio pero que acaba con el irresistible y contagioso grito de guerra “Todos a la mierda. ¡Sobre todo tú!”. Imposible no identificarse.

Su ausencia durante el primer bis fue corta. El público pedía a gritos “La mujer de verde”, pero antes nos regalaron una canción nueva, la segunda del concierto. Con “Conclusión” acababa todo y un bloque un poco lento para mi gusto.

Nos presentaron dos temas inéditos a lo largo del concierto, que estarán en el nuevo disco. Según nos dijeron, falta aproximadamente un año para que vea la luz. ¿La razón? Piensan recorrerse todos los festivales nacionales habidos y por haber...lo cual significa que ¡queda Izal para rato!

En resumen fue un gran concierto. Sonaron muy bien, disfrutaron y lo transmitieron. Analizar la magia de Izal es complicado, pero sin duda, lo más destacable de sus canciones es que a pesar de que muchas traten el desamor, te hacen mirar hacia atrás (o hacia adelante) con una sonrisa, con aceptación. En directo el efecto se multiplica. Mucha suerte, chicos. ¡Os la merecéis!