Crónica de Neuman en Málaga

Siempre he pensado que hay algo especial en llegar tarde a los conciertos. Irrumpir apresuradamente en la sala, mirar alrededor buscando algo o a alguien, encontrar un lugar desde donde poder relajarse...hasta que no queda otra opción que sincronizarse con lo que está pasando alrededor. Es entonces cuando la situación te atrapa por completo...

Sea una práctica recomendable o no, llegué a la Cochera Cabaret pasadas las 22.30h cuando ‘A part of me’, la canción que abre el setlist de Neuman, sonaba en la sala. No había mucha gente, era jueves y I am Dive competían en otro lugar de la ciudad. Pero el ambiente era acogedor, casi tanto como cuando les tuvimos tocando en el salón de casa por obra y gracia de las Bragas Voladoras.

A primera vista estaban serios y concentrados. Tendrían que pasar algunas canciones para poder verles disfrutar, aunque no me cabían dudas de que ese momento llegaría. Ya apuntaban maneras incombustibles y lo demostraron, pues dar 120 conciertos dentro y fuera de nuestro país, publicar un EP (‘Bye fear/Hi love’) junto a Ken Stringfellow (ex-líder de The Posies) y no parar más que para repostar es pura actitud.

Pero sin desviarnos de lo importante, el setlist continuaba con ‘Asey’ y la preciosa ‘Jane’. Es evidente que el eléctrico les sienta muy bien, sobre todo porque les permite enseñar esos ramalazos oscuros de post rock que dan consistencia a su propuesta. A esas alturas de la noche, las canciones se abrían paso con todos sus matices, mucho más ricos y fáciles de apreciar, apoyados por el directo en sala que siempre juega a su favor.

‘My dad’, ‘Friends’, ‘Lovers’ completaban la lista, hasta llegar al momento protagonista de ‘Ingrid’, canción que Paco (voz, guitarra) le dedicó en ‘The Family Plot’ (2012) a su hija. Entre pausa y pausa, hubo tiempo para algunas anécdotas, como que ésta era la tercera vez que tocaban en Málaga, una ciudad que siempre se les ha resistido un poco.

‘I have the will’ sonó especial y delicada; otras como ‘Hell’, ‘The Family Plot’ o ‘Bye Fear’ no decepcionaron y se colaron entre las principales. Para despedirse eligieron la intensa ‘Sil fono’, que precisamente abría su debut ‘Plastic Heaven’ (2010) y que fundamenta ése curioso efecto que tienen las primeras canciones de los grandes discos: cuando pasa el tiempo, son las que se quedan con nosotros y recordamos más fácilmente. Ésta desde luego se ajusta a la norma.

Para acabar el interesante jueves, me fui a casa evaluando el efecto Neuman. Un tipo de banda que, con un sonido de lo más intimista y personal, no da lugar al punto medio, pero sí a la ocasión. Puede que no siempre apetezca escucharles, pero cuando es así, llegan a lugares donde otras bandas no podrían jamás. Como es natural, en directo el efecto es mucho más intenso y se multiplica, por lo que siempre son recomendables y recomendados por un público que, aunque reducido, es exigente y fiel. Hacedme caso cuando os digo que regalarse un directo de Neuman siempre es una gran idea.