Puntuación
7
Crónica de Iván Ferreiro en Acústico
Jueves 25
de Octubre de 2012
|
21:00 horas.
|
Entradas:
15
€
Repertorio:
7
Sonido:
8
Aforo:
100%
Puesta en escena:
6
Público:
8
Fue un setlist de altibajos emocionales en toda regla, que nos haría reír, llorar, cortarnos las venas... y volver a sacarnos una sonrisa al final.
Iván Ferreiro en Acústico en Paris 15
No eran las siete y veintisiete, pero a las nueve y media pasadas entraba el señor Iván Ferreiro por un extremo del escenario de la sala Club de París 15.
Su saludo fue un mensaje muy directo: “Hoy vamos a hacer un concierto bonito”. Pero antes, las instrucciones pertinentes. A saber: que tuviéramos cuidado con comerle la oreja al de al lado cantando a pleno pulmón y por supuesto, permiso para los besos, los abrazos y demás actos de amor que surgieran por la emoción del momento.
Una vez hechas las advertencias, Iván se presentaba ante nosotros aparentemente desarmado, con un piano eléctrico y la guitarra de su inseparable Amaro Ferreiro.
Si la memoria no me falla, con "Me toca tirar” empezaba un setlist de altibajos emocionales en toda regla, que nos haría reír, llorar, cortarnos las venas... y volver a sacarnos una sonrisa al final. Con las que siguieron, íbamos cogiéndole el punto a la cosa, y una vez aterrizados, Iván nos habló de su particular “zona sucia”. Las tres canciones más dolorosas, de más a menos, que era “mejor quitarse cuanto antes”. [Sonrisas]. Empezando por ‘Extrema Pobreza’, siguió ‘Ciudadano A’ y salimos de allí con ‘Fahrenheit 451’.
El efecto fue el esperado. Nos calmamos todos, ¡ya no cantábamos tan alto! Pero él, impasible, seguía señalandonos los puntos importantes: una ‘NYC’ de ensoñaciones de la que se desentendió por ser obra de Amaro, y otras directamente recogidas de ‘Picnic Extraterrestre’, ‘Santa Adrenalina’ o ‘Mi furia paranoica’.
‘Rocco Sigfredi’ fue propia de una carrera de fondo. El punto medio, donde el ánimo se decantaría por las risas o los lágrimas. Tal y como mandan los preceptos de Ferreiro.
Fuera, la lluvia no daba tregua a los silencios. Pero no nos importaba lo que pasara después. Estabamos alli, todos juntos, aunque sin conocernos, en plena recuperación de nuestro hilo conductor.
Llegó el primer bis, y casi sin avisar, volvimos de un golpe a los viejos tiempos. Revisión de Los Piratas, como no podía ser de otra manera, con ‘El equilibrio es imposible’, ‘Inerte’ o ‘Promesas que no valen nada’, esta última seguida de su continuación natural y espontánea: “Insurrección”. Ya teníamos permiso para sonreír y gritar las canciones. Pero nada de confiarse, ‘M’ se coló tan bonita y melancólica como siempre, para que no nos olvidáramos de que cantar canciones tristes es la marca de Ferreiro.
Andrés Calamaro y Los Ilegales tuvieron su ratito de protagonismo, con un homenaje más que justo. Después de esto, sabíamos que ‘Años 80’ andaba cerca, muy cerca. Y nos salió preciosa, porque esa la cantamos entre todos. Poco a poco se iba acabando la noche, aunque no se nos gastaban las ganas de quedarnos allí, escuchando.
Al final, una versión un poco desinflada y rápida de ‘Turnedo’ cerró el concierto. Iván se despidió tal y como vino, con una sonrisa sincera. De esas de acabo de pasar uno de los mejores ratos de mi vida.
Y puede que realmente fuera así.
Mary Red
Devoradora de música, fangirl y siempre de puntillas en los conciertos. Me niego a llevar gafapasta y actualmente estoy en pleno desarrollo del concepto de "groupie inteligente".
Últimas crónicas del autor
Otras crónicas en la sala
No hay crónicas disponibles.