Hola voladoras, esta es la historia de:
El Robobo de la Cronicaca.
Era el domingo D.C. (después del canela), el pitido en los oídos sonaba al ritmo de Skirmish Society y el eyeliner repegao nos impedía separar los párpados. A tientas conseguimos llegar al lavabo y nos frotamos bien los ojos con gel magno, al levantar la mirada y enfrentarnos al espejo vimos la inevitable consecuencia:
Amy Winehouse 2005 y Amy Winehouse 2011 se habían convertido en Amy Winehouse 2013, parecíamos dos cadáveres. ¿Pero qué carajote pasó anoche, vieo? Fuimos corriendo a por nuestra libreta donde apuntamos los detalles de la fiesta del sábado pero ¡COPÓN! ¡Había desaparecido!
Tranquilicémonos ¿Cuándo la vimos por última vez? Cuando los
Pomelosos subieron al escenario a entregar sus premios, ahí fue, recordamos que anotamos “quien no vaya al
Pomelo Fest es porque sus padres son hermanos”, nos guardamos la libreta en el bolso y nos despedimos de los hermanos
Sheriff bigotudos. ¡El ladrón aprovechó que las autoridades se marcharon para llevar a cabo el robobo de la cronicaca!
Qué listo eres...
Recapitulemos. Cuando terminaron los conciertos, fuimos al baño para hacer hueco a otro gintonic y dejamos el bolso encima del secamanos, confiando en que nadie lo robaría ya que, para no perderlo de vista, entramos en uno de esos baños sin puerta. ¿Sería ahí el momento del robo? Repasemos quién se encontraba en el baño en ese momento: la
Canela Shore estaba buscando pelea, una
ola del melillero intentaba entrar en un wc sin mucho éxito, las
Shave the hipster estaban comiéndole la cabeza a la
Abuela para que confesara que realmente era una moderna vintage, un
Boy Scout borracho intentaba entrar en el baño de las chicas con la excusa de que venía a recargar la máquina de preservativos y
Daphne intentaba convencer a
Vilma Dinkley de que en Scooby Doo ella llevaba los labios rojo pasión. ¿Era alguna de ellas capaz de robar una crónica a las Bragas Voladoras?
De vuelta a la sala para seguir petándolo todo el rato con los DJs, nos ocurrió lo peor que te puede pasar en una fiesta de disfraces: que alguien vaya de lo mismo que tú. ¡Otra Amy Winehouse! ¿Pero de qué año era? ¿Se habría echado ya a la droja? Teníamos que hablar con ella, así que nos acercamos a hacer
eso que hacen las chicas cuando están borrachas y se encuentran. Ella nos siguió el rollo pero no lo hizo con tanta intensidad como nosotras, algo olía a chambusquina.
Llegaba el momento de la entrega de premios ¿Quién ganaría? Nos temblaban las canillas de la emoción. He aquí nuestro Top 5 de disfraces de la noche:
5. Los
Día-Béticos, por su ingeniosísimo juego de palabras y porque fuimos testigos de cómo embarcaban el balón antes del primer concierto.
Ole tú.
4. La bola de discoteca, cuyos espejos nos sirvieron para retocarnos la raya (del ojo) en mitad de las actuaciones.
3. Los
ruinas en la jungla porque, como dicen las Buhoneras “lo moderno con el tiempo será clásico” y para nosotras,
este vídeo debería aparecer en los futuros libros digitales de historia malagueña.
2.
American Beauty, por conseguir bajar la libido a todo el personal y que no se engendrase ningún
mal hijo en los baños de la Paris 15.
1.
La ola del melillero, OBVIAMENTE. Qué chicos más
frescos.
Conclusión bytheface: La ladrona era la otra Amy. Lo hizo por envidia de moño y por coraje. Coraje porque todos sus amigos le dijeron que se iban a hacer un disfraz grupal de Amish y ella lo entendió mal. Pobre diabla. ¡¡Confiesa Amy, antes de que llegue tu 23 de julio de 2011!!
Fin de la excusa más elaborada de la historia.
Cualquier parecido de esta historia con la realidad, es pura coincidencia.
Llega el momento de las confesiones: confesamos que aunque tomamos nota de todos los conciertos, perdimos la libreta en el fulgor de la noche. Confesamos que rebuscando hemos encontrado una hoja en el bolso pero
no entendemos nuestra letra. Confesamos que nos da igual.
Extrañamente no tenemos ninguna polaroid de los de Jäger, pero gracias a los vídeos que grabó Amy 2011, hemos conseguido recuperar los recuerdos más valiosos de los CONCIERTACOS que presenciamos: Con Metz, que por cierto se habían enterado de que en España se lleva la moda del fosforito, volaron pañales.
Cuello tenía el
leather más auténtico de la historia homosexual. La preciosa chica
Wilhelm ha vuelto a poner de moda los pantalones de campana y está guapa hasta con un diente roto. Y por favor, Skirmish, no os reunáis más, porque vais a colapsar la sala de urgencias del Clínico.
Larga vida a las Bragas Voladoras.
Aunque después del Canela solo podemos decir que no somos naide.